Es complicado entender una cultura con tanta historia y tradiciones arraigadas y conservadas durante años, prácticamente sin cambios. Pero es fácil sentirse emocionado con la elegancia sin artificios de sus diseños, arquitectura e interiores.

En un mundo globalizado, es agradable descubrir como hay culturas que se han modernizado y adaptado a los tiempos, aprendiendo de las influencias externas, pero conservando su esencia y propio estilo. Un estilo definido por una depurada forma, elegantes acabados y sobriedad cromática.

Pero esta simplicidad no significa que los diseños no estén pensados, todo lo contrario. Diseñadores como Oki Sato y su estudio Nendo ( barro en japonés) han ayudado a dar a conocer y elevar el diseño japonés a lo más alto, gracias a su cuidado trabajo y numerosos reconocimientos y premios, así como importantes colaboraciones con firmas internacionales.

Tradiciones como la ceremonia del te o disciplinas como el origami nos ayudan a conocer la cultura japonesa y su influencia sobre el diseño. La decoración japonesa se basa en algunos principios como el kanketsu (simplicidad , libre de artificios o adornos innecesarios), iki (sobriedad elegante) o ma (el vacio, dar peso sólo a los elementos necesarios).
Pero si hablamos de interiorismo japonés un concepto que tendremos que tener en cuenta es el wabi-sabi. Es complicado entender este término pues tiene diferentes acepciones y posibles traducciones. Wabi se relaciona con la belleza imperfecta mientras que el término sabi habla de la belleza que aparece con el tiempo.

Hablamos de composiciones minimalistas donde la calidez proviene de los objetos con historia, los elementos naturales, o aquellos elementos que nos recuerdan a dicha naturaleza. Esa belleza imperfecta e incompleta que evoluciona con el tiempo y con el entorno.

Basándose en este término estético la naturaleza inspira e incluso se introduce en los interiores. Las formas y acabados orgánicos prevalecen sobre otros acabados, las formas suaves, las estructuras vistas que dan importancia a la arquitectura y la utilización de la luz natural que cambia los interiores y su visión, son algunos de las consecuencias de esta corriente.

Proyectos como los de los estudios Suppose Design Office , Alts Design, Studio Velocity, Norifumi Aoki Studio, Kengo Kuma and Associates o Tsudou Design Studio nos muestran algunas de las características de la arquitectura e interiorismo japonés.



En estos proyectos, la conexión entre los espacios interiores y exteriores, las circulaciones, la incorporación de elementos estructurales formando parte de la decoración y los elementos decorativos y estructurales colocados en puntos focales, así como la meditada elección de los acabados, ayudan a crear espacios únicos, coherentes, equilibrados que inspiran y emocionan, invitándonos a quedarnos y vivir en ellos.
